El aceite esencial de
menta presenta múltiples acciones sobre el tracto gastrointestinal, tal como lo
demuestran diversos estudios. Se ha comprobado que su administración oral acelera
el vaciado gástrico incluso en pacientes que sufren de dispepsia, mejorando los
síntomas de la indigestión. También,
existen varias investigaciones realizadas tanto en animales de experimentación
como en pacientes en las que se demuestra que tiene una considerable actividad antiespasmódica,
ya que relaja la musculatura lisa en casos de cólico gastrointestinal o dolores
estomacales. Además, se han estudiado sus efectos sobre los síntomas del
síndrome de colon irritable, concluyéndose que este aceite esencial aporta a la
disminución de los mismos, pero debería ser complementado con otros productos
de eficacia demostrada para obtener los mejores resultados. De igual manera,
estimula la producción de bilis y la disolución de cálculos de colesterol en la
vesícula biliar, en combinación con otros aceites esenciales. También se
utiliza como un efectivo antiemético, ya que reduce significativamente las
náuseas, por ejemplo después de cirugías. Así, es evidente que el aceite
esencial de menta no puede faltar en las terapias dirigidas a los trastornos
digestivos.
Fuentes:
(1) McKay, D. L., &
Blumberg, J. B. (2006). A review of the bioactivity and potential health
benefits of peppermint tea (Mentha piperita L.). Phytotherapy Research, 20(8),
619-633.
(2) Shah, P. P., &
Mello, P. M. D. (2004). A review of medicinal uses and pharmacological effects
of Mentha piperita.