martes, 29 de noviembre de 2016

La gastritis y su abordaje emocional con Terapia Floral



La gastritis es un trastorno muy común en la actualidad. Una gran cantidad de casos corresponden a gastritis de origen emocional, ya que el estrés o la ansiedad pueden afectar a nuestro estómago y provocar una gastritis tanto emocional como nerviosa.

La gastritis nerviosa se considera una enfermedad que se genera en el aparato digestivo, principalmente en el estómago, el cual sufre una inflamación de la mucosa gástrica. Independientemente de otras causas, como la presencia de la bacteria Helicobacter pylori, sus síntomas están asociados a emociones como estrés, ansiedad, agobio, que son creados en el curso del día a día por el trabajo y por las responsabilidades familiares. La inflamación de la mucosa gástrica provoca ardor, quemazón, dolor, acidez, etc., siendo estos solo algunos de los síntomas que se presentan en la persona cuando sufre de esta enfermedad.

El estrés provoca que el cuerpo produzca adrenalina, y cuando esto se da de manera constante, el estómago produce una mayor cantidad de ácidos estomacales, lo que debilita su estructura.
Pero decir esto es insuficiente, puesto que a lo largo de la vida, enfrentamos cientos de situaciones distintas que nos provocan estrés, por lo que tenemos que saber identificar qué situación específica es la que está afectando a nuestro estómago. Un tratamiento farmacológico nos ayudará a aliviar los síntomas, pero mientras no afrontemos las causas emocionales que lo provocan, el problema seguirá. 

Ya que el estómago es el órgano de la digestión, y produce mayor cantidad de ácidos para poder digerir algo que se encuentre en él, hay que preguntarnos: ¿Qué situación estoy viviendo, que no puedo aceptar, comprender, digerir, y que la veo como un peligro para mi bienestar y supervivencia? ¿Qué hecho de mi exterior me es difícil incorporarlo a mi interior (mis creencias, mi forma de pensar, mis valores, mi realidad)? ¿Ante qué idea nueva me estoy resistiendo? Generalmente será una situación impuesta, algo que no queríamos “tragar” (aceptar), pero sin embargo, lo hemos hecho, y nos es difícil de “digerir” (aceptar). La gastritis es una forma callada del cuerpo para gritar: “¡Esto no puede ser así!”, y la inflamación es la manera de hacer sentir ese rechazo. 

¿Qué podemos hacer? Al identificar aquello que no queremos aceptar, debemos analizarlo, comprenderlo, y lo más importante, reconocer y aceptar con sinceridad los sentimientos que nos provoca, sin evadirlos ni ocultarlos ante nosotros mismos. Quizás sea una situación que en efecto, no tenemos por qué aceptarla puesto que nos hace mal, y por tanto, debamos soltarla. O quizás es algo que debemos aceptar por nuestro bien, aunque no nos guste. En este caso lo que debemos soltar es el control que queremos tener sobre aquel suceso, desarrollar tolerancia y dejar que las cosas fluyan. 

Para apoyarnos en este proceso, tenemos varias esencias florales que nos ayudan a liberar los nudos y bloqueos mentales y emocionales que desarrollamos debido a las resistencias. Así, una terapia floral adecuada nos ayudará a reducir la irritabilidad y la represión, dándonos la capacidad para confrontar y expresar la energía bloqueada, desarrollar tolerancia hacia nuestro exterior y con nosotros mismos, elevar la vibración en el tracto gastrointestinal para liberar bloqueos, desintoxicar, purificar, y reducir la inflamación.

Terapia de los 4 elementos en lesiones crónicas



Una lesión crónica se desarrolla lentamente con el tiempo y produce dolor al usar la articulación o musculatura implicada, pero también cuando se está en reposo. Las causas más comunes de lesiones crónicas de tejidos blandos son los malos hábitos de movimiento y actividad, problemas estructurales del cuerpo, el ejercicio inadecuado, y los traumatismos, entre otros.

Se han obtenido muy buenos resultados en este tipo de lesiones con la aplicación terapéutica de los 4 elementos, que consiste en el uso de técnicas naturales que usan frío, calor, agua, e incluso, medicina vibracional. Hemos visto su efectividad especialmente en lesiones de espalda, como en el caso de problemas tan complejos como hernia discal.

Inicialmente, la lesión estará caracterizada por intenso dolor e inflamación que aparece súbitamente, que corresponde a la fase aguda. Como un recurso para la desinflamación en esta fase está la aplicación de frío. Este produce efectos fisiológicos sobre el organismo, como disminución del metabolismo local, disminución del edema y la inflamación, disminución del espasmo muscular, disminución del dolor, vasoconstricción… Existen muchos medios de aplicación, como bolsas de hielo convencionales, toallas o paños húmedos refrigerados, baños fríos, inclusive podemos recurrir a las bondades curativas de la tierra, arcilla o barro, vía emplastos, vendajes, o aplicación directa, que combinada con aceites esenciales adecuados que cumplen ese efecto terapéutico, facilitan el proceso de recuperación.

Cuando ha pasado la fase aguda, inicia la fase crónica, cuando se recomienda el tratamiento a través de la aplicación de calor. El calor produce relajación general de la tensión y el espasmo muscular, aumenta la distensibilidad de los tejidos de colágeno, disminuye la rigidez articular, reduce el dolor y la inflamación, y aumenta el flujo sanguíneo. Se aplica con bolsas o compresas de agua caliente, baños calientes, terapia geotermal o piedras calientes, con la aplicación de aceites esenciales de naturaleza cálida.

Superando la fase inflamatoria, y conjuntamente con el tratamiento para la fase crónica, se procede a la rehabilitación de las zonas afectadas por la lesión, a fin de recuperar su funcionalidad. Los ejercicios aeróbicos son aquellos que tienen una intensidad baja o moderada, cuya duración es larga y se basan en ejercitar los músculos con una correcta oxigenación que permita la producción de energía celular. Lógicamente, en esta práctica es muy importante la adecuada respiración, que permitirá que el oxígeno contenido en el aire promueva el metabolismo de los músculos afectados, mejorando así su resistencia, flexibilidad, y fuerza.

Otro tipo de terapia física es la hidrocinesiterapia, que consiste en la realización de ejercicios en agua aprovechando las propiedades térmicas y mecánicas de la misma y las ventajas de la desgravitación. Así obtenemos el fortalecimiento y resistencia muscular, aumento de la circulación sanguínea, disminución del dolor, relajación muscular, mejora de la elasticidad a nivel de tejidos periarticulares. Otro de sus principales efectos es mejorar la percepción del esquema corporal, la coordinación motriz y el equilibrio. Estos ejercicios van en complemento con la rutina terapéutica mencionada anteriormente.

Finalmente, consideramos un quinto elemento en la terapia: la energía. Los desequilibrios energéticos en el cuerpo humano tienen mucho que ver con los dolores crónicos y son considerados en las terapias complementarias energéticas. En este caso, el dolor puede considerarse como una señal del cuerpo, una manifestación de que las actitudes mentales o emocionales no son las correctas. Por tanto, hay que saber interpretar el mensaje que el dolor nos está dando. Para esto, utilizamos la terapia floral, puesto que según los postulados del Dr. Edward Bach, el dolor es el resultado de la crueldad hacia los demás y hacia nosotros mismos. A través de las esencias florales adecuadas, la toma de conciencia sobre este aspecto aportará enormemente al tratamiento del dolor, permitiendo identificar las causas más profundas provocan su aparición, y mejorando la actitud del paciente en todas las fases del tratamiento.

Bruxismo y Terapia Floral



¿Sueles apretar la mandíbula y rechinar los dientes de manera inconsciente? ¿Lo haces incluso mientras duermes? Podrías tener bruxismo

El bruxismo es el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes. Quienes lo sufren no siempre son conscientes de esta conducta, e incluso aparece durante el sueño. En casos avanzados, se puede presionar la mandíbula con tal fuerza y por tanto tiempo, que llega a afectar los músculos de la masticación, la articulación de la mandíbula, provocar dolores de cabeza, cara y cuello, y puede dañar los dientes. Durante el día, esto puede producirse en situaciones de mucha tensión o concentración, y la persona rara vez es consciente de que está apretando los dientes. 

La principal causa del bruxismo es el estrés y la tensión nerviosa, y en menor medida, defectos anatómicos relacionados con la masticación. Es considerado un trastorno de los países más desarrollados, en los que los ritmos de vida acelerados llevan consigo una gran carga de estrés y ansiedad, sin embargo, poco a poco aparecen más casos en los países en vías de desarrollo. Puede aparecer en niños como en adultos.

El tratamiento para el bruxismo se ha centrado en evitar que exista daño en dientes, para lo cual se utilizan protecciones bucales diseñadas por odontólogos. Sin embargo, esto no resuelve el problema, y es necesario tomar medidas para disminuir el estrés y la ansiedad a través de técnicas adecuadas de relajación. También es necesario que el paciente tome conciencia del hábito de apretar los dientes, para corregirlo cada vez que lo hace.

Emocionalmente, el bruxismo está relacionado con el hábito de criticar y juzgar a los demás. Incluso puede darse por autocríticas que nos hacemos consciente o inconscientemente. Los niños puede desarrollar autocrítica al estar sometidos a críticas a su alrededor, incluso pueden emular estas conductas de sus padres. También puede estar relacionado con agresividad contenida, o impotencia para expresarla, es decir, tener que cerrar con fuerza la boca para no decir algo que se desea decir.

Así, desde la terapia floral podemos abordar este problema con esencias florales que promueven la relajación mental y emocional contrarrestando el estrés y ansiedad, como Impatiens; otras que liberan la tensión muscular, como Diente de León; otras que permiten la toma de conciencia de este hábito y evitar su descontrol, como Cherry Plum; otras para tomar conciencia del mal hábito de criticar y juzgar para autocorregirlo, como Orégano, Beech y Perrito; y otras para identificar aquello que se está callando a la fuerza, encontrando la manera más sana de que sea expresa y liberado, como Agrimony.

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