sábado, 1 de agosto de 2015

¿Qué son las terapias alternativas?

A lo largo de la historia de la humanidad, nuestro concepto de salud y enfermedad ha variado en cada época y cada contexto, influenciada por creencias y culturas, así como el acceso a nuevos conocimientos. De la misma manera han variado los métodos para recuperar y mantener la salud, desde las primeras ceremonias mágico- religiosas del hombre antiguo, cuando se vislumbraba el uso de plantas medicinales como resultado de la estrecha relación del hombre con la naturaleza, hasta las modernos concepciones actuales fundamentadas en los avances científicos. Con todos los adelantos actuales, era de esperarse que, según el lado más conservador de la ciencia médica, las enfermedades logren ser superadas y controladas de manera casi definitiva. Si embargo, la realidad es otra, puesto que nos estamos enfermando cada vez más, y no solamente por motivos fisiológicos, sino también por las presiones mentales y emocionales a las que nos somete el vertiginoso ritmo de vida actual.
Es por esto que actualmente hay una fuerte corriente de pensamiento que promueve el regreso a lo natural, a no considerar al ser humano únicamente como un cuerpo, una máquina biológica que necesita ser arreglada como si de un automóvil se tratase, sino como un ser completo, compuesto de mente, sentimientos, creencias, viviendo en un contexto social y cultural que influencia cada aspecto de su existencia. Es aquí donde reaparece el interés por las terapias alternativas.
El fundamento de las terapias alternativas es que el cuerpo posee una capacidad innata para protegerse, regularse y recuperarse ante cualquier alteración a su equilibrio, y esto es algo que las ciencias biológicas reconocen y confirman. Nuestros glóbulos blancos nos defienden contra microorganismos dañinos, destruyen células alteradas que podrían provocar cáncer, nuestra piel se regenera por si sola ante agresiones, nuestras neuronas crean nuevas conexiones entre sí cuando así se requiere, etc. Pero, ¿por qué nos enfermamos a pesar de poseer tal mecanismo de regulación?. La clave está en la pérdida de ese equilibrio, entre las diferentes partes que componen nuestro medio interno (cuerpo, mente, emociones) y este respecto a nuestro medio externo (nuestro círculo familiar, social, laboral, la naturaleza, como percibimos la realidad). Incluso con nuestros componentes más sutiles, como el espíritu, el alma, la divinidad y la razón de ser de cada uno de nosotros en el mundo.
Así, las terapias alternativas promueven la autocuración del cuerpo a través de medios físicos, psicológicos y energéticos, utilizando productos naturales, que a la vez nos permiten tomar conciencia de nosotros mismos para corregir errores y comportamientos que no van de acuerdo con lo que debemos ser y hacer. Otra de sus grandes ventajas es que presentan menores efectos adversos que la medicina convencional, cuando son bien utilizadas, además que aportan bienestar mental y emocional inmediato al paciente.
Sistemas de salud de muchos países del mundo las han incorporado dentro de sus prácticas medicinales, como medicina complementaria, es decir, que se aplica en combinación con terapias convencionales para maximizar los efectos y asegurar una salud integral.
Dentro de estas, podemos mencionar a la fitoterapia, aromaterapia, homeopatía, Flores de Bach, gemoterapia, acupuntura, biomagnetismo, entre muchas otras que son diariamente utilizadas por millones de personas alrededor del mundo, viendo su calidad de vida aumentada, así como su actitud frente a la vida.

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