Los beneficios para la salud del
aceite esencial de lavanda son muy conocidos y difundidos en bibliografía y en
el saber popular. Muchas de las actividades terapéuticas que se le atribuyen
han sido ampliamente investigadas por la bioquímica y la medicina, ciencias que
han explicado algunos de los mecanismos por los cuales se dan estos efectos en
el cuerpo, y han confirmado su utilidad en varios trastornos y problemas de
salud.
Es importante conocer algunos de
los aspectos básicos de estas investigaciones para darnos cuenta de que las
propiedades de este aceite esencial no son solamente provocadas por una
respuesta emocional o psicológica, sino que poseen una sólida base científica.
Composición química y su relación con su actividad terapéutica:
Los principales compuestos que
caracterizan al aceite esencial de lavanda, y que son en gran manera
responsables de sus propiedades, son: acetato de linalilo, que forma
aproximadamente un 41% de su composición, y el linalool, que forma
aproximadamente un 34%. Existen otros componentes que se encuentran en
cantidades menos significativas y que aportan a los efectos, como
terpinen-4-ol, lavandulol, acetato de lavandulol, beta cariofileno, mirceno,
limoneno, 1,8-cineol, borneol, alfa terpineol, entre otros.
El acetato de linalilo pertenece
a un grupo de compuestos llamados ésteres terpénicos, y que en general
presentan propiedades antiespasmódicas, calmantes, sedantes, hipotensoras,
antiinflamatorias y analgésicas. Además de esto, se conoce a este compuesto
como regulador cardiaco.
El linalool pertenece a los
alcoholes terpénicos, que se conocen como antiinfecciosos, inmunomoduladores y
neurotónicos, reportándose además para este compuesto efectos astringentes y
sedantes.
Actividades terapéuticas comprobadas:
La información mostrada a
continuación tiene su origen en artículos de investigaciones recopiladas por la
base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos
(PubMed).
- Sedante, ansiolítico y antidepresivo:
Este es el efecto más estudiado
del aceite esencial de lavanda, a través de pruebas en animales de
experimentación y en grupos de pacientes de diversas condiciones,
documentándose excelentes resultados con su aplicación. Se ha visto su eficacia
en el tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión, observándose que
presenta una acción similar e incluso mejor que los antidepresivos químicos,
pero sin la aparición de efectos adversos. Su componente, acetato de linalilo,
se ha evaluado con éxito para reducir el sufrimiento relacionado con
procedimientos médicos, o después de cirugías. En animales de experimentación,
se comprobó que el linalool reduce la actividad física y que su efecto está en
relación con la cantidad presente en el torrente sanguíneo. En otros estudios
similares se observaron como efectos la disminución del estrés, la inducción al
sueño, la reducción de la agresividad y la ansiedad relacionada con la interacción
social.
- Analgésico y antiinflamatorio:
Por su acción sobre la conducción
de estímulos nerviosos y la respuesta inflamatoria, este aceite esencial presenta
una actividad analgésica y antiinflamatoria confirmada por varios estudios. Se
ha evaluado su efectividad en aromaterapia para la reducción de dolores tan
intensos como los experimentados en cólicos asociados a cálculos renales.
Pacientes hospitalizados que inhalaron acetato de linalilo experimentaron menor
dolor y sensación de orina residual después del proceso de retirada de sondas
urinarias. Otros estudios demostraron que el linalool disminuye la inflamación
y la sensibilidad al dolor, presentando incluso un leve efecto anestésico,
mejorando esta actividad en combinación con otras sustancias presentes en
aceites esenciales, siendo también útil en el tratamiento de la
hipersensibilidad asociada a inflamaciones nerviosas y dolor persistente.
- Relajante muscular y nervioso
La aplicación tópica de aceite
esencial de lavanda provoca la relajación de los músculos, tanto los
esqueléticos como la musculatura lisa de los órganos. Es por ello que su uso en
masajes libera la tensión en el cuerpo cansado y tensionado. En este caso, un
estudio observó mejores significativas mediante su aplicación en pacientes que
presentaban el síndrome de piernas inquietas, sin presentar efectos adversos.
Como un relajante de la musculatura lisa, presenta actividad antiespasmódica,
que lo vuelve útil en caso de cólicos de cualquier tipo. De hecho, se ha
demostrado que su aplicación en masajes alivia significativamente el dolor
relacionado con cólico menstrual, comprobándose también su eficacia para
reducir el cólico abdominal en niños.
- Antioxidante.
Por su actividad antioxidante, este
aceite esencial disminuye el daño que provoca la oxidación sobre las células,
lo cual tiene múltiples aplicaciones, desde retrasar el envejecimiento de la
piel hasta impedir el deterioro de células tan importantes como las neuronas.
Estudios realizados usando el aceite puro y el linalool aislado, han demostrado
que su administración tiene un efecto protector del daño ocasionado a las
neuronas cuando no reciben suficiente aporte de sangre, como en el caso de
isquemia cerebral. Además, se observó que su inhalación disminuye el estrés
oxidativo que causa el síndrome del túnel carpiano.
- Antihipertensivo
Los principales componente del
aceite esencial de lavanda, acetato de linalilo y linalool, han demostrado
poseer un efecto vasodilatador, ya que relajan la musculatura lisa de los vasos
sanguíneos, disminuyendo así la presión arterial. Estudios muestran que esta
relajación se da en forma progresiva y sostenida, lo que valida su uso como
apoyo en el control de la hipertensión arterial.
- Apoyo en terapias para combatir el cáncer
Tanto el acetato de linalilo como
el linalool han evidenciado una actividad anticancerígena en cultivos
celulares. Se ha visto que causan perturbaciones en las membranas de las
células cancerosas, impidiendo su desarrollo y proliferación. Incluso, se ha
demostrado que sobre la piel, protegen contra el desarrollo de melanoma causado
por exposición a radiación ultravioleta B.
Esto abre la posibilidad de usarlo como complemento a la quimioterapia y
otros tratamientos contra el cáncer.
- Cicatrización y regeneración de la piel
Varios estudios han demostrado
que la aplicación de aceite esencial de lavanda sobre lesiones disminuye el
tiempo de cicatrización y promueve la regeneración de la piel en las primeras
etapas de curación, disminuyendo además la inflamación e impidiendo infecciones
microbianas. Esta actividad puede aplicarse sobre cualquier tipo de lesión
cutánea, incluidas las quemaduras de primer y segundo grado, como las
provocadas por el sol, donde reduce el dolor y promueve una evidente y rápida
recuperación de la zona afectada.
- Modulación de los sistemas inmunológico y neuroendócrino.
Existe evidencia que afirma que
su aplicación es capaz de modificar algunos mecanismos relacionados con la
activación y la modulación de la respuesta inmunológica y por tanto, las
defensas de nuestro organismo, y también con la secreción de hormonas.
- Antimicrobiano
El efecto antimicrobiano es
compartido por todos los aceites esenciales, sin embargo, debido a su
composición química, cada aceite tiene ciertas particularidades respecto a su
efectividad ante diversos microorganismos que causan enfermedades. En el caso
del aceite esencial de lavanda, se ha demostrado que el linalool incrementa la
capacidad antimicrobiana de otros aceites esenciales frente a patógenos como Staphylococcus aureus, Escherichia coli,
Pseudomonas aeuriginosa y Candida
albicans.
- Crecimiento del pelo
En animales, se demostró que promueve
el crecimiento del pelo, aumentando el número de folículos pilosos y la
profundidad de cada pelo en los folículos, por tanto su fortaleza y resistencia
a la caída.
Cabe recalcar que todas estas
investigaciones han sido realizadas en aceite esencial puro de grado
terapéutico, que es el grado que debe utilizarse para obtener los mejores
resultados ya sea que se aplique por aromaterapia, tópico o por vía oral.